SOCIEDAD

20 - Jan -2021 - 9:19

LAS PRIMERAS CAMPEONAS DEL FÚTBOL FEMENINO PROFESIONAL, FESTEJARON EL CONTUNDENTE TRIUNFO ANTE RIVER

El martes 19 de enero del 2021 quedará en la historia como el día en el que Argentina tuvo su primer campeón profesional del fútbol femenino. Boca se descorchó felicidad con un contundente 7-0 frente a River en una Súper final. Tras recibir la copa y luego de destacadas muestras de compañerismo, como fue el gesto de Yamila Rodríguez con Justina Morcillo, quien dejó de lado los festejos para ir a levantar a la futbolista de River que se quebró tras de la caída, las jugadoras Xeneize empezaron con la fiesta. Una celebración que duró más de 20 minutos en el campo de juego y que después continuó en el vestuario. No faltó la vuelta olímpica y un eufórico baile al ritmo del tema musical "La Mano de Dios", cantaron temas de todos los colores y, a la hora de volver al vestuario, también le dedicaron unos segundos al clásico rival, con el hit del 7-0. "Un minuto de silencio....", arrancaron las Gladiadoras, quienes luego de contar hasta siete, obviamente haciendo referencia a los goles, completaron: "Para River que está muerto". La gran jerarquía de Las Gladiadoras ya había quedado clara en el torneo anterior, aquel que fue dado por terminado a raíz de la pandemia de coronavirus en marzo del año pasado. Por ese entonces marchaban primeras (razón por la cual obtuvieron el pasaje a la Copa Libertadores) y ante cada rival al que se enfrentaban marcaban claras diferencias. Cuando se anunció la profesionalización del fútbol femenino argentino en marzo de 2019, Boca fue el único club que firmó contrato a todas sus jugadoras. Eso se traduce en mejores condiciones para todas. Aunque muchas siguen teniendo sus ocupaciones y trabajos por fuera del fútbol, el tener un ingreso estable vinculado al deporte les permite afrontar con mayor responsabilidad sus entrenamientos y su cuidado personal. El factor clave en la final, más allá de la efectividad de Boca, fue que las Millonarias no fueron ni una sombra de lo que supieron ser a lo largo del torneo. Con fallas en la cobertura por las bandas, estuvieron imprecisas y con escasísima profundidad en ataque. La ausencia de la mediocampista ofensiva Justina Morcillo y de la delantera Lucía Martelli, se sintió mucho en una final que levantó merecidamente la copa para Boca.