POLITICA

09 - Nov -2020 - 11:16

BOLIVIA RECUPERÓ LA DEMOCRACIA. Asumió Luis Arce y deja atrás una página oscura.

Las calles en la ciudad de La Paz, Bolivia, se pintaron de una colorida felicidad ante el retorno de la democracia. Desde muy temprano, en la mañana de ayer, frente a al edificio del Palacio Quemado, las banderas volvieron a brillar para festejar un retorno que abrazó luchas durante el año en el que gobernó la dictadora y golpista, Jeanine Áñez. Llegó el día y Luis Arce, del MAS, se convirtió en el nuevo presidente electo de Bolivia. Pasadas las 11 de la mañana, Arce llegó a la Plaza Murillo donde fue coreado con un sostenido "¡Lucho, Lucho, Lucho!". Su mano derecha puesta en el corazón, su puño cerrado y alzado marcaron la jura dentro de la Legislatura ante invitadxs internacionales, legisladores/as y representantes de la comunidad. Con anterioridad hizo lo propio el vice presidente David Choquehuanca. "Estamos en tiempo de recuperar nuestra identidad cultural, somos personas y tenemos derechos. El poder ha logrado distorsionar la mente de los políticos, ha corrompido a los políticos. Nuestra revolución es la revolución de las ideas porque para transformar la sociedad debemos cambiar como individuos. Buscamos la hermandad, buscamos la paz. Nuestra lucha es contra el pensamiento colonialista y patriarcal, venga de donde venga. Ya no más judicialización de la política, ya no más abuso de poder, el poder tiene que ser para ayudar, tiene que circular, el poder como la economía, se tiene que distribuir. Ya no más impunidad, justicia hermanos", remarcó el electo vice presidente. Los discursos de ambos se vieron amalgamados con la misma intención: la paz, la unidad regional y la distribución del ingreso. Llegó el turno de Arce para devolver un respiro al pueblo que aún conlleva abiertas las heridas de este último año: "Bolivia fue escenario de una guerra interna y sobre todo contra los más humildes. Se sembró muerte, miedo y discriminación. Se utilizó la pandemia para prolongar a un gobierno ilegítimo... No es el odio lo que impulsa nuestros actos, sino la pasión por la justicia. Queremos un gobierno para todos y para todas, sin discriminación y en unidad para vivir en paz. La democracia es un valor fundamental de los pueblos, es un eje ordenador de nuestra institucionalidad y nuestra sociedad. La democracia es la participación de todos y todas sin exclusión. Todos esos requisitos fueron mutilados en un año por un gobierno antidemocrático. Nos comprometemos a rectificar lo que estuvo mal y a profundizar lo que estuvo bien", pronunció el nuevo presidente en un discurso muy emotivo. Y agregó detallando el derrumbe económico que dejó el golpe de estado perpetrado al ex presidente Evo Morales: "Nuestra economía irá de la mano de la redistribución del ingreso que el gobierno de facto hizo añicos... En un año se retrocedió en todas las conquistas del pueblo boliviano. En un año de gobierno de facto se pasó de una economía que distribuía el ingreso a tomar deuda en más de 4.200 millones de dólares entre deuda interna y externa. Ha aumentado la pobreza, la desigualdad y el desempleo, pero lograremos una vez más superar las adversidades. El pueblo nos demanda paz, unidad y certidumbre. No creo en la venganza, donde ser de otro partido político te hace ser objeto de odio, eso debe acabar. Nuestro gobierno trabajará orientado al presente y al futuro para la distribución. Debemos poner fin a todo aquello que nos impide reconocernos como hermanos. Somos una nación soberana y vamos a trabajar por un mundo multipolar en el que no existan supremacías de ninguna potencia y en la que todos los estados y seres humanos vivamos sin miedos, sin guerras, sin odios, sin saqueos de nuestros recursos naturales, sin explotación, sin racismo ni discriminación, sin amenazas y sin presiones de ninguna naturaleza..." En su discurso no quedó afuera la política internacional y la necesidad de una integración profunda en América Latina: "Apostamos por una integración emancipadora y no subordinada. Reivindicamos la integración en un mundo globalizado en el que no se impongan designios desde el norte... Promulgamos la unidad de América Latina y el Caribe. La Celac es la mejor vía para conquistar tan noble e histórica causa. Volvemos a hacer nuestra resolución de la Celac de 2014 cuando declaramos a América Latina y el Caribe como un territorio de paz. Levantamos la bandera de la diplomacia de los pueblos por la vida y de un mundo sin muros. En la sur región plantamos la recuperación de la UNASUR como espacio de integración y mecanismo de concertación política en la que nos encontremos todos independientemente de la orientación política de los gobiernos". Además, agradeció a las mujeres indígenas que prepararon ofrendas a la Pachamama. El viernes, Arce y Choquehuanca habían recibido el bastón de mando de los amautas.