Ayer miércoles falleció Jorge Bisquert, el tercer trabajador del subte en la Ciudad de Buenos Aires debido a la exposición continua al asbesto; mientras que ya suman 52 los diagnosticados con neumoconiosis, patología asociada al ese contaminante. El trabajador tenía casi 40 años de antigüedad y estaba desde la época estatal, recuerdan sus compañeros. Los Metrodelegados siguen reclamando medidas que los protejan de la exposición al material cancerígeno asbesto presente en las formaciones, pero el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta sigue sin dar respuesta. El secretario de Salud Laboral y Condiciones en el Medio Ambiente de la AGTSyP, Francisco Ledesma, dialogó con Tiempo Argentino: "Tenemos 52 personas con neumoconiosis declarada y eso hay que actualizarlo cada principio de mes, porque esos datos salen de las auditorías de cada semana y el número de afectados desgraciadamente va a seguir creciendo, así como la cantidad de sectores que detectamos que tiene asbesto. Pedimos una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Ciudad porque seguimos reclamando que Sbase gestione la compra de nueva flota, sobre todo en la Línea B, que al momento es en la única línea en la que se inició lentamente el proceso de desasbestizado". Ledesma también señaló que hay "un montón de flota y estructura donde hay que hacer lo mismo", por lo que piden que el Gobierno de la Ciudad se ocupe. "Está muy sensibilizada la base. No descartamos, si no sale la audiencia o no se hace nada, empezar a activad las defensas de nuestros derechos. Porque el tiempo sigue pasando, encontramos nuevos enfermos, fallecen compañeros y parece que lo único que le interesa a Sbase y a Metrovías es el servicio y parece que fuéramos códigos de barras", lamentó. El personal del subte viene denunciando desde febrero de 2018 la presencia de asbesto que se encuentra en distintas formaciones de las que disponen Metrovías y Sbase. El asbesto se conforma por un grupo de minerales que se da naturalmente en forma de conjunto de fibras. Estas fibras se encuentran en el suelo y las rocas en muchas partes del mundo. Están hechas principalmente de silicio y oxígeno, aunque también contienen otros elementos. Se ha usado como material aislante y desde la revolución industrial, el asbesto se ha utilizado para aislar fábricas, escuelas, casas y barcos, al igual que para fabricar partes de los frenos y el embrague de automóviles, tejas para techos, losas para el piso, cemento, textiles y cientos de otros productos. Durante la primera mitad del siglo veinte, crecía la evidencia que mostraba que la respiración en lugares con fibras de asbesto causaba deformidad cicatricial en los pulmones. La exposición a polvo de asbesto en el lugar de trabajo no estaba controlada en ese momento. Inglaterra fue el primer lugar durante la década de 1930 en donde se tomaron medidas para proteger a los trabajadores de la industria del asbesto al instalar sistemas de ventilación y escape de emisiones. No obstante, durante los grandes esfuerzos de construcción de barcos en la Segunda Guerra Mundial, una gran cantidad de trabajadores estuvieron expuestos a niveles elevados de asbesto y a medida que se fueron detectando los cánceres relacionados con el asbesto, se fueron tomando medidas para reducir la exposición, estableciéndose así los estándares contra la exposición, al igual que las leyes que prohíben el uso del asbesto para los materiales de construcción.
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