POLITICA

09 - Jun -2021 - 11:31

GILS CARBÓ: Frustré un intento de Macri de crear una Inspección Gral. de Justicia en CABA, era el equivalente a un paraíso fiscal.

La exprocuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, aseguró ante la justicia haber sido perseguida por el expresidente Mauricio Macri y detalló que utilizó el "aparato del Estado" para presionarla y obligarla a presentar su renuncia al organismo. Bajo la modalidad zoom, la ex funcionaria declaró ante el fiscal Franco Picardi, quien la había citado como testigo en la causa donde se investiga a la llamada "mesa judicial del macrismo": "Fue una persecución en mi contra encabezada por Mauricio Macri y un coro de funcionarios que pedían mi renuncia aún cuando no había asumido la Presidencia. Hubo una secuencia organizada para que me fuera. Como yo era una funcionaria de carrera y no iba a ser fácil sacarme, usaron dos estrategias: una judicial y una institucional". En otro tramo de su declaración remarcó que lo implementado por el macrismo, "fue violencia privada estatizada porque se trató de una violencia con fines privados, particulares, personales, del expresidente Macri, que utilizó el aparato del Estado ilegalmente para llevarla a cabo. Antes de asumir al frente de la Procuración, yo era una fiscal especializada en fraudes económicos, en particular los realizados con sociedades off shore y frustré un intento suyo de crear una Inspección General de Justicia en la Ciudad de Buenos Aires, que era el equivalente a convertirla en un paraíso fiscal. Pero además con el escándalo de los Panamá Papers, surgió que él era titular de sociedades de este tipo", declaró Gils Carbó. La declaración del fiscal de la seguridad social Gabriel De Vedia, quien relató bajo juramento un encuentro con el operador judicial del macrismo Fabián "Pepin" Rodríguez Simón, fue el disparador para que la ex funcionaria fuera convocada por la justicia. En octubre de 2017, cuando el ataque sistemático contra la exjefa de los fiscales estaba en su punto máximo, De Vedia le planteó que terminaran con la persecución y la respuesta de "Pepín" Rodríguez Simón fue, según su descripción, que si no renunciaba irían presas ella y sus hijas. Cuando él se lo contó a Gils Carbó le pareció "verosímil" dado que era una época en que había prisiones preventivas arbitrarias y abusivas. Tres días después, el 30 de octubre de aquel año, la ex funcionaria presentó su renuncia. La expresión amenazante de Rodríguez Simón fue el detonante. Ayer no iba a ser un día fácil, Gils Carbó encendió la computadora para conectarse y presentarse en la audiencia cuando encontró una notificación en la que se la notificaba que el juez federal Julián Ercolini acababa de elevar a juicio oral la causa judicial que considera uno de los emblemas de la ofensiva en su contra, donde la acusó de una defraudación por la compra del edificio donde funciona actualmente la Procuración General, que encabeza el interino Eduardo Casal, y donde ella estuvo desde el 29 de agosto de 2012 hasta fines de 2017. La provocación y la intimidación a la orden del día. La ex procuradora, este último martes también relató con lujo de detalles cómo le armaron la causa de la compra de aquel edificio con una denuncia anónima dejada por debajo de la puerta de la fiscalía de Carlos Rivolo, en la que se la acusaba de un supuesto "negocio familiar" de ella y su exmarido que, finalmente se comprobó, que no fue así. Pero la justicia, respondiendo a un entramado difícil de desarmar, la procesó, basando su posición en un delirio: "quería un edificio señorial". Para la exprocuradora es ridículo porque ella ya estaba en un edificio señorial en la calle Guido, en pleno barrio de Recoleta y pasó a un edificio en Perón y Florida, en el medio del microcentro. La exjefa de los fiscales había pedido el apartamiento de Ercolini de la causa pero la Cámara Federal, con la firma de Pablo Bertuzzi ratificó al magistrado en el caso. Las sospechas de falta de imparcialidad fueron rechazadas por Bertuzzi y a las pocas horas Ercolini elevó a juicio el expediente contra Gils Carbó. Gils Carbó se sumó a una lista de jueces, juezas y fiscales que afirmaron haber sido sujetos de la persecución y hostigamiento del gobierno de Cambiemos. Varios jueces laborales declararon en ese sentido cuando recordaron que hasta el entonces ministro de trabajo Jorge Triaca iba a tribunales a pedirles "consensuar" fallos; o casos como el de la jueza Martina Forns; el de la camarista civil Marcela Perez Pardo, exesposa del entonces juez de la Cámara Federal Eduardo Freiler, destituido por el macrismo. Durante la audiencia, repasó cada uno de los puntos en los que comenzó a ser perseguida, aún antes que Macri asumiera la presidencia. Le mostró al fiscal algunas publicaciones con declaraciones, una del propio expresidente, en la que decía: "Encárguense, no la quiero en mi gobierno", con un inicio de frase que tiende a lo mafioso, solo la mafia realiza pedidos por "encargo". Otra del diputado y consejero de la Magistratura Pablo Tonelli: "La presencia de Gils Carbó como Procuradora es incompatible con una presidencia de Cambiemos, en particular de Mauricio Macri, por lo tanto si ella no acepta renunciar, haremos lo posible por removerla".